El SIBO es una enfermedad poco conocida, que consiste en un crecimiento anormal de la cantidad de bacterias presentes en el intestino delgado.
Estas bacterias, pueden ser propias del intestino grueso, o bien ni siquiera formar parte del sistema digestivo.
Esto provoca diferentes síntomas gastrointestinales como pérdida de apetito, dolor abdominal, hinchazón,diarrea, gases e incluso a veces, pérdida de peso.
Suele afectar especialmente a mujeres de entre 30 y 50 años.
Una vez diagnosticado, lo ideal es seguir una dieta baja en hidratos de carbono fermentables, también llamados alimentos FODMAPS, que cuando llegan al intestino grueso, se transforman en gases.
Entre los alimentos que deberías evitar se encuentran: miel, manzana, peras, melocotones, zumo de frutas, centeno, cebolla, puerro, calabacín, sustitutos del azúcar como sorbitol, manitol, xilitol, legumbres…