Los cambios de temperatura, nos hacen más sensibles al frío, aumentando la posibilidad de contraer resfriados y catarros.
Ambos comparten síntomas similares, como congestión nasal, tos, dolor de garganta y fiebre.
En personas sanas, los síntomas suelen ser leves, por lo que no será necesario tomar antibióticos, ya que éstos no son eficaces frente a virus (causantes de estos síntomas).
Si quieres prevenirlos, estos consejos te serán de ayuda:
- Desinfecta las superficies de uso común.
- Lávate las manos con frecuencia
- Tápate la boca y la nariz al toser y estornudar.
- Evita exponerte al humo del tabaco.
- Intenta evitar los cambios de temperatura.
- Introduce en tu dieta frutas y verduras.
- Evita compartir con otras personas, objetos que estén en contacto con saliva o mucosas (vasos, cubiertos, platos…)